Libros
Renglones arrugados
Nunca quise correr el riesgo de pertenecer a las mayorías, pero me signifiqué con una,… ¿incongruencia? No, bajo ningún concepto: me he permitido el lujo de discrepar, de trepidar, de reprobar, de criticar, siempre de acuerdo conmigo mismo, y lo he pagado muy caro, tal vez demasiado caro. Nunca entenderé la política como una ciencia, si no como un arte: el arte de aportar nuevas ideas a una sociedad cada vez más deshumanizada, más desmotivada ¿Cuál es el valor de poder opinar con libertad? ¿Se puede ser libre realmente en las opiniones? Son dos interrogantes claves para esta sección.
Personalmente, estoy convencido que no, que siempre se opina mediatizado, sin libertad plena o ni siquiera media libertad, pero al menos, en ese momento, en el instante en el que la tinta moja el papel eres libre, a los pocos segundo volvemos a nuestra cárcel.
El ser humano solo es memoria, una memoria quimérica de formas y juguetes rotos, rasgos infinitos que se extienden en lapsos: pasado, presente y futuro. Una sociedad mejor es posible, pero solo si todos hablamos en positivo. Atravesar caracteres para contar historias, cruzar signos para expresar sentimientos, proteger símbolos para dejar huella escrita, erigir figuras para visionar los momentos… no se procuraba más, es casi una ofensa, pero necesitaba hacerlo, urgía sentirme así de bien cuando empieza la historia de cada libro para poder ser Seguro que son muy pocos los libros que se leen a lo largo de la vida, y seguro que se comen muchos filetes,…pero ¿de que valdría comer un filetes ni no hacemos la digestión? Pues leamos, pero comprendiendo.